lunes, 17 de noviembre de 2008

Día 48 Poesía 48

Y empieza a nevar
Tú escribes en cursiva
Y el viento mueve la copa de los limoneros

¿me recuerdas en la poesía que yo escribí hace dos tiempos?
¿me recuerdas?
¿la recuerdas?
Tu la pronunciabas mientras la leías
Tú me pronunciabas mientras la leías

Se me entornan los ojos
Se me secan las pupilas
Se me moja la piel debajo de la lluvia que llueve y que moja
Se me sopla la nuca con el viento del agua del día de hoy
Se me llena la espalda de los días, de los números del año actual
Se me agotan las vértebras en meses,
las uñas en veranos
Se agota en mi mismo mi tormenta venidera

Late mi nuca
Respira
Salen pájaros de mi pajarera
Con alas color bermellón y nombres de letras cada vez mas chicas
Que apenas se dicen
Que apenas se escuchan

Nombras la desdicha y la tienes
Nombras la algarabía y la tienes

Te apasionas
Te entretienes
Te lloras un día entero
Almuerzas
Y luego
Duermes la siesta en este último verso

1 comentario:

El arlequin dijo...

Los ojos entrecerrados
y las manos ligeras al viento
como copos de nieve ciegos,
como copos de miel incandescentes.

Un árbol y el recuerdo de un noche de verano,
posabamos juntas en las pasturas
sobrevolabamos cenizas
enjuiciando guardiacarceles,
oradores de la perspicacia.

Una nuez en mi ventana
aguarda el ocaso lento y el furioso vendaval,
a su lado un farol.
Velada eterna en un cantar de sirenas,
perfecto silencio que me acunas
tras los vuelos de las aguilas.