Día 17 Poesía 17

Regreseada

¡¿Así te vienes hasta mi?!,
Que te traes con esa cara de sospecha.
Chasqueas la lengua
y te me acercas recelosa.

De algún pecado pasado
De alguna noche sin sueño
De algo te ríes
Por algo sonríes en este instante
Sonríes y la mueca burlona te sienta bien
Entras en confianza
Me dices, de nuevo, tu nombre
Tu apellido, el nombre de tu padre, de tu madre
Me cuentas, de nuevo, tus sueños,

Nada hay de nuevo en eso
No persistas, pues en realidad,
No quieres ganar, quieres apenas
Un sorbo de mis minutos

Bebes de mí, de mi tiempo
Y te ríes del pasado

Te encuentras conmigo mismo
Y desesperas por tanta desolación
Si ya lo conoces
Si ya me conoces
Hace tiempo nos conocemos
No te mientas más con esa cara de sorpresa
A que vienes ahora con tus regalos y fiestas

Eres ya conocida para mí
Te repudio pero te acepto

No eres ni el día de ayer
Ni el día de mañana
No entras en una semana
¿Quien podría darte cabida con todos tus pelos
largos de días, largos de noches?

Ni las hojas del otoño
Ni el sol del verano
Nada te acaricia,
Mueves tu cintura, queriendo aire nuevo
Te coloreas con maquillajes
Y te zambulles en el día

Día que sobrepasas
Día que excedes
Día que rebalsa minutos
Por tu sola presencia

¿Es que no entiendes que ya no se que preguntarte?
¿No sabes que las palabras son, en este punto, un adorno?
Lo sabes, por eso gritas y pataleas

Sin embargo y muy a pesar de todo
Persistes con tu ritmo
Persistes y no pides permiso
Persistes aunque has ganado hace tiempo
Persistes los sábados y los domingos
Los lunes y feriados
En las horas de siesta
En las esquinas, en las iglesias,
En los adoquines, en la lluvia
En las vueltas de cada día

Y el viento del este ya no se sorprende
De verte arrodillada de tanto en tanto
Ante cada sonrisa

Te veo en cada letra
Y te siento en cada suspiro
Estas en mi nombre
En mi apellido
Y en el medio de ellos

Me empujas, me azotas
Me arrullas, me degeneras
Me abrazas, me esperas
Me arrojas, me soportas
Me levantas, me nombras
Me amas,
Me eres