lunes, 19 de enero de 2009

Día 81 Poesía 81

Aquí ya los niños no lloran ni ya los niños ríen
Simplemente aquí los niños nos acorralan
Son ellos con sus sonrisas desbordantes los que debieran dar órdenes

Acurrucados en un cuarto de hotel
El la ama
Ella lo ama
Pero no se aman

El tiempo se añeja de mirarnos pasar
El tiempo se añeja de vernos pasar
El tiempo nos patea al vernos pasar

Has dicho que te olvidaste de las cosas que dices
Ya la vejez te azota los pasos
Hablas como un cisne
Revoloteas como un caballo
Salpicas tu bronca
Y a pesar de viejo
Eres muy joven

¿A dónde se han ido los instantes que pasan?
¿Por qué no podemos encuadrar los momentos?

Has presentado tus impuestos
Has abonado tus deudas
Ya no tienes tu miseria
Ya no tienes tu tristeza
Que hacer
Que haces con el sentimiento inenarrable de los quantums que te azotan en este pedazo de realidad en el que te zambulles cada día apenas sales de la cama y olvidas los sueños que no debieras haber soñado
Que haces
Lo bajas con el desayuno
Lo dejas en el baño
Lo olvidas mientras paseas al perro
Lo transpiras en tu caminata matutina
O lo suspiras
O lo bostezas

2 comentarios:

El arlequin dijo...

Niños corriendo ansiosamente
por un pasillo atemporal,
despreocupados por un mundo que manejan
gobernando la coherencia con leyes absurdas
haciendo del circo un símbolo patrio
inviertiendo tiempo en la nada.

Amo lo inalcanzable
tus besos carnales
tus caricias terrenales
tu cuerpo mundano e impaciente
vomitaría en tus sabanas manchadas
tu amor no me enamora.

Cuando mirás perdida en mis ojos
buscando vida en colores que no entendés.
preguntándome el porque:
hay cosas que no se hablan.
Arterias demasiado arrumbadas
autopistas que no saben donde llevan
interferencias
chillidos
y la maldito enfermera!!!

Un bebe con convulsiones
(tanta energia en tan poco)
colera de una luna malhumurada
en un otoño paradisiaco,
cercano del punto indivisible
donde la mentira y la verdad
se revuelcan en una virginal cama;
una orgáa celestial entre angeles y santos,
tu cuerpo danzas besando alas
correteando apostoles al ritmo de un órgano
manicomios modernos
guarderias de niños
asilos de ancianos
oficinas de autómatas
festín de amores,
cuán arrependito un dios puede estar
cuán sarcástico puede un creador ser
cuan alto puede un perdedor llorar su desgracia.

gretelx dijo...

hace poco escribí:
"acá los niños nacen con un rivotril bajo el brazo
y ya
no lloran
ni temen"

y quedó ahí, no se me ocurrió más, aunque bien podría haber escrito:

"Simplemente aquí los niños nos acorralan
Son ellos con sus sonrisas desbordantes los que debieran dar órdenes"

saludos, poeta.