miércoles, 25 de marzo de 2009

Día 135 Poesía 135

Hemos perdonado y hemos salido a buscar a quien nos había ofendido lo hallamos en un bar cerca de la casa de Laura Damián estaba tomándose unos minutos para mirar caer la tarde y como quien no quiere la cosa (pero ciertamente la quiere) le dijimos que las cosas que habían pasado ya habían pasado y que ahora tienen que pasar otras cosas muy distintas otras cosas que nada tienen que ver con los escándalos del ultimo tiempo se quedo mirándonos y luego de reírse unos segundos empezó a balbucear en un idioma raro que ninguno de nosotros comprendió nos miramos y no supimos que decir y todos pensamos lo mismo si esto no es una poesía mal escrita no es nada y nos fuimos de ahí con la seguridad de que los eventos transcurrían como transcurren en las poesías sin empezar ni terminar solo estando ahí colgados en versos
Una persona que caminaba con nosotros comenzó a hablar acerca de lo sucedido y si bien sus reflexiones no eran interesantes la forma en que movía su boca me atrajo raudamente y ahí me fui yo hasta su boca y ya dentro de ella pude conocer realmente a esta persona era una persona como cualquier otra pero dentro de ella no había mucha luz por lo tanto no pude saber nada de ella mas allá de los movimientos que hacia con su boca y en cierto momento en el que el arco que soy describe una circunferencia en el cielo el rojo del mar se me introduce de un solo golpe en mi boca vacía de amores vacía de canciones llena de esperanzas que ahora que están rotas ya no sirven ni para adornar pisos entonces las dejo colgadas en el techo de mi casa para poder adornar el cielo de la gente que pasa y para que las sonrisas de esas gentes que pasan y sonríen ante si mismos ya no deban esperarme en la esquina ni tampoco deban esperarme paradas porque lo que en realidad sucedió fue que una oruga intervino en le conversación y ya después de eso el color azul salio corriendo y el humor rebotaba por doquier y ya nada nos importaba.

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