martes, 20 de octubre de 2009

Día 223 Poesía 223

Quisieras tu arrojarte
Arrojar
Me
A un abismo
A un lugar claro y radiante
A un lugar repleto de soles muertos
A un lugar extraño y lleno de azar

Quisieras tu arrojarte
Arrojar
Me
Como quien dice buen día
Pegar el salto
¿Darías el paso al vacío?

Un beso en la frente
Un último cigarrillo
Otro ultimo cigarrillo
Otro ultimo beso
Y un paso
El ultimo paso
O se camina cuando uno cae en una caída enorme y absurda
En una caída magnifica
La caída perfecta
Enorme y absurda
¿Cómo la vida?
¿Cómo los desiertos?
¿Cómo los océanos?
¿Cómo los signos de interrogación?
¿Cómo los desiertos de palabras?
¿Cómo mis ganas?
¿Cómo mis ansias?
Enormes y absurdas
Y por eso bellas

Escamas de otra piel
Escamas de otras vidas
Escamas de otros ratos
Esquirlas de otras horas
Escamas de otros mares amores
Escamas esquirlas de piel
De mi otra piel
De mi misma piel
De mi entera superficie
Al servicio de lo enorme y absurdo y por eso bello
Al servicio de la poesía enorme y absurda y bella
Como una uva
Como una pasa de uva

Todo junto
Lo dicho
Lo grato
Lo grande
Lo importante
Lo absurdo
Lo quieto
Lo muy quieto
Y nuestras anclas
Y las piedras en las tumbas
Y el silencio de un cementerio
Y el pasto que crece verde y tranquilo
Y tu pelo lacio y tupido
Tus pechos / mis ganas
Nuestro amor / el amor
Con su enormidad
Su eterno absurdo y por eso bello

El amor
Con todas sus letras mayúsculas
El amor con todos sus juramentos
Absurdos juramentos
Con todas sus calles y avenidas y esquinas
Y más tarde
Y más luego
Pero antes que termine la poesía, no esta, sino toda la poesía
Todo

Hasta donde tiene pecas esa mujer pelirroja
Hasta donde llegan mis ganas de sus pecas
Hasta donde llegan mis ganas de la poesía
Hasta donde llega mi poesía / la poesía
Hasta donde mis certezas
Hasta donde nuestras certezas
Hasta donde este mundo
Sus letras castillos y canciones
Sus tardes almuerzos y cenas
Sus globos sus nubes y anclas
Y todo cubierto por las hojas amarillas de los árboles de este otoño
Olvidados del olvido
Deshojados del otoño
Cantados por el delirio
Soñados por el hambre
Y dichas por el gesto
De la poesía.

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